15 de Junio, 2018 Lic. ROSA LUZ ESQUIVEL
E-mail: r.esquivel.mkt@gmail.com
Introducción
El presente ensayo invita a nuestros colegas educadores a reflexionar sobre nuestra práctica docente orientada al pensamiento crítico. ¿Buscamos desarrollar las habilidades de pensamiento crítico en nuestros estudiantes? Cuando estamos iniciando el ciclo académico en nuestro centro de trabajo, lo primero que hacemos es revisar los temas que nos corresponde enseñar y sobre todo construir aprendizajes con ellos. Planificamos nuestras clases, estructurando todos los momentos que se deben incluir en la sesión de acuerdo a la metodología de la Institución Educativa…Pero, ¿Buscamos integrar actividades que permitan desarrollar futuros profesionales analíticos, cuestionadores e investigadores?
Desarrollo
1. ¿Qué es el pensamiento crítico?
“El pensamiento crítico es ese modo de pensar – sobre cualquier tema, contenido o problema – en el cual el pensante mejora la calidad de su pensamiento al apoderarse de las estructuras inherentes del acto de pensar y al someterlas a estándares intelectuales” (Richard Paul y Linda Elder, Pag. 4).
Es el proceso de pensar, analizar y evaluar nuestros propios pensamientos y el de nuestra sociedad. Ser críticos de pensamiento significa poner en duda todo lo que nos rodea, cuestionar, resolver y proponer.
2. El pensamiento crítico y el aprendizaje
Aprender a pensar es todo un reto para los educadores, pues debemos inculcar este hábito desde muy pequeños. ¿Desde cuándo tenemos la capacidad de pensar? – Evidentemente, podemos decir; “desde que podemos hablar expresamos nuestros pensamientos, alrededor de los 3 o 4 años”. Pero el pensamiento existe desde antes, por ejemplo, un infante de 1 año piensa en cómo ordenar sus juguetes, cómo subirse sobre el sillón para alcanzar un objeto y lo hace bien – aunque no puede hablar correctamente, pero ya está pensando.
Entonces, la educación en el pensamiento debe ser desde la educación inicial, debemos preguntarles: ¿Cómo funciona ese juguete?¿Por qué crees que funciona así? ¿Cómo podría ser mejor? Y poco a poco ir entrenándolos en el pensamiento crítico, naturalmente, cada niño podrá desarrollar las habilidades de pensamiento de acuerdo a su edad.
Lamentablemente, en muchas Instituciones no se educa en el pensamiento crítico, no se les enseña a pensar y se mecaniza a los estudiantes de manera que aprenden el contenido de los cursos porque “los deben aprender” y no se les permite reflexionar el por qué lo aprenden, para qué lo aprenden y mucho menos se les permite debatir otras posturas diferentes a la que el profesor enseña.
Ahora, pensemos en la “Educación Superior”, enseñar a un estudiante de primer ciclo y evidenciar que no puede reflexionar, comparar, analizar y evaluar sus pensamientos o mejor dicho, que si puede, pero que no se siente capaz de hacerlo ni mucho menos muestra interés en aprender, esto es una muestra que no estamos haciendo las cosas bien, es símbolo que tanto los padres como los educadores no enseñaron la importancia del pensamiento crítico y no aprendieron a pensar. Como consecuencia: estudian lo que memorizan de los materiales, se mecanizan, saben responder lo mismo que dice las diapositivas, el manual, el libro, el profesor… pero si le preguntamos ¿Define el tema con tus propias palabras? – Dicen poco o nada.
Los jóvenes y adultos necesitan más desarrollar esta habilidad, ser un buen analítico, permite resolver problemas personales, académicos y laborales de manera óptima, permite ser empáticos, debatir y sustentar cualquier tema que se les impone. Además nos hace personas cultas y creativas. Necesitamos profesionales con capacidad de cuestionar a los demás y cuestionarse a sí mismos, investigar, analizar las teorías existentes y proponer nuevas teorías que aporten a nuestra sociedad
De acuerdo al documento de Richard Paul y Linda Elder, el “Que” de la educación es el contenido que deseamos que adquieran nuestros estudiantes; todo lo que queremos que nuestros estudiantes aprendan. El “Como” de la educación es el proceso, todo lo que hacemos para ayudar a que los estudiantes aprendan el contenido de un modo profundo y significativo. La mayoría de los profesores suponen que si exponen a los estudiantes el “que” estos automáticamente usarán el “como” apropiado. Esta suposición hace que los estudiantes no aprendan a ser críticos, simplemente se quedan en el contenido que los profesores enseñan.
“El pensamiento crítico es el “cómo” para obtener todo el “Qué” educativo” (Richard Paul y Linda Elder, Pag. 8).
3. El Pensamiento Crítico y la Cultura de la Información
Educar en el pensamiento crítico también permite que nuestros estudiantes entiendan cualquier comunicación, contenido, libros, película o mensaje en los medios y no solo entender la “información” sino ser capaces de cuestionar, analizar y evaluar. Parte de ser un buen pensador crítico también implica saber elaborar correctamente las preguntas de reflexión y crear, pues comprender diferentes perspectivas potencia la imaginación.
Si desean leer el artículo completo, hacer clic AQUÍ: Pensamiento Crítico Como Factor Clave En La Educación Superior
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